El oído absoluto u oído perfecto
es la capacidad para identificar correctamente el nombre musical o la
frecuencia de un sonido dado. La posesión de esta habilidad se considera entre
los músicos como un valioso talento pero, ¿lo es realmente o simplemente es un
tópico?
Silvia Malbrán ha aseverado que el oído absoluto se ha sobrevalorado. Según esta investigadora, las personas con oído absoluto se declaran incompetentes para analizar las relaciones sonoras y demuestran dificultades en los sonidos vocales a capella.
Hay autores como Ana Vera
que afirman que las personas con oído absoluto son una minoría incluso entre
los músicos profesionales en contraste con las personas que tienen oído
relativo, habitual en aquellas personas educadas musicalmente por lo que no es
necesariamente un componente de aptitud musical.
El gran pedagogo Jacques
Dalcroze escribió que el oído absoluto se puede adquirir a través del estudio
siempre que se comience a edades tempranas y que preceda al estudio del
instrumento. Willems, por su parte, dejó constancia de que la audición absoluta
es de orden práctico mientras que la relativa es la que caracteriza la
musicalidad. Tanto Willems como el gran compositor Paul Hindemith apoyaron la
tesis de que ambas audiciones deben ser adquiridas y desarrolladas.